He tratado de componer algo, pero el primer dilema con el
que me encontré fue el inicio de la canción. Hasta el día de hoy no sé con qué
empezar. Apenas intenté buscar ayuda en algún lugar y en internet pude
encontrar un par de cosas que no sé si me ayudaron o me confundieron aún más.
Hay muchas personas que al parecer componen cosas sin la
mínima idea de lo que en “teoría” están haciendo. Por lo general a este tipo de
personas no se les toma mucho en cuenta; al menos no comparativamente con
respecto a aquellas personas que componen y que saben lo que hacen en su
instrumento. Estas personas te pueden decir con toda claridad en qué escala
están, qué tonos y semitonos están utilizando, cuál es la métrica que maneja en
su obra. Estos personajes son a quienes se les toma en cuenta con mayor
seriedad a la hora de mostrar sus creaciones.
Por último, encontré a otro tipo de personas o autores que
lo que hacen me resulta un tanto extraño y la verdad no creo que lo que ellos
hacen sea parecido a lo que yo quiero componer en algún momento. Estas otras
personas utilizan un enfoque que nunca hubiera imaginado. Ellos ya no componen
sólo por expresarse con música, sino que se sienten aburridos por las
convenciones de la música y la ejecución de ésta, por consiguiente tratan de
“evolucionar” en cuando a la manera en la que componen; es decir, salen de toda
tradición para poder innovar o de dar un mensaje diferente con un enfoque
único. Uno de los ejemplos más excéntricos que conocí hace poco fue el del
músico Mark Applebaum, el cual es conocido, entre otras cosas, por su Concerto for Florist and Orchestra o en
español Concierto para Florista y Orquesta.
Muy probablemente esto sea muy extraño de ver pues es poco
convencional, pero es un enfoque de un compositor que se ha sentido aburrido
por las convenciones de la música como la conocía.
Por el momento eso será todo. Espero destrabar mi mente y poder
hacer algo bien un día de estos.